Múltiples y muy debatidas son las respuestas de los estudiosos acerca de que el aprendizaje resulta por la consideración prioritaria del gradiente de los procesos cognitivos, afectivos o conductuales. De ahí la posición que se asume por el maestro y por consiguiente el énfasis y atención en las acciones docentes con que diseñe su quehacer cotidiano en las aulas. El presente artículo expresa la necesaria integración y, más aún, vinculación entre el conocer-sentir y hacer consigo mismo y con los otros, presente en el proceso del aprender, y que demanda que maestros, alumnos, directivos y familia se integren para lograr en el alumno un aprendizaje contextual y creativo.