Este artículo tiene como propósito principal rescatar el pensamiento educativo de Paulo Freire (1921-1997), educador brasileño que vivió en Chile entre 1965 y 1971, colaborando en este período con el Ministerio de Educación Pública de Chile, específicamente con el desarrollo del Programa Nacional Extraordinario de Educación de Adultos y con el Ministerio de Agricultura, particularmente con el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario-INDAP y la Corporación de la Reforma Agraria-CORA, en ambas instituciones con la alfabetización de adultos y la capacitación campesina. También su influencia antropológica y educativa sobre la “Educación Humanista como Práctica de la Libertad” se encuentra presente en la Educación Escolar Católica y en la formación de profesores para el sistema escolar. Su característica mayor es que, siendo un educador cristiano, tiene confianza en el diálogo formador entre educador y educandos, hasta el punto de convertirlo en una estrategia pedagógica para concientizar al hombre situado, sujeto que mediante el diálogo se asume como un actor que se transforma a sí mismo, transforma las relaciones con el otro y, entre ambos, transforman el mundo para concretar un modo de vida más democrático y autónomo.