En la última década, los establecimientos subvencionados chilenos han modificado sustantivamente sus insumos y procesos, sus resultados no tanto. Una expresión de este cambio es la singularidad de los problemas o aspectos por mejorar; las estrategias nacionales han mostrado efectividad pero muchas de ellas han alcanzado su umbral en ciertos establecimientos; con todo, no se han agotado y pueden ser dotadas de mayor plasticidad para que fortalezcan su potencial de respuesta a los problemas de la escuela o liceo en particular. Ello ya mejora las oportunidades de apoyo de calidad. Un paso más aventurado es convocar a todos aquellos que han demostrado capacidad de propuesta e implementación en contextos de riesgo educativo. Para abordar este desafío, este trabajo expone y analiza antecedentes sobre la supervisión y los servicios privados de asesoría y propone un sistema que articule la oferta ministerial y privada de asesoría a las escuelas y liceos.