Este artículo tiene como propósito reflexionar respecto de la integralidad del proceso formativo universitario en la medida que se genera una fuerte inclinación hacia la formación basada en competencias que puede traer consecuencias positivas y negativas al buscar aumentar la empleabilidad de los egresados. Se revisan los conceptos antes mencionados y se profundiza respecto de los cambios del entorno laboral en la forma de concebir el trabajo y el desarrollo laboral, describiendo las oportunidades de integración que ofrece el orientar los esfuerzos formativos hacia la consecución de una identidad laboral y personal realista, a la toma de conciencia del rol personal en el propio desarrollo, lo cual plantea una serie de desafíos a lo que actualmente estamos haciendo en la educación superior chilena.