En los últimos 20 años crece el número de científicos de la pedagogía de formación profesional que exigen un giro hacia la orientación por competencias. La disciplina científica tradicional se va perfilando bajo las nuevas exigencias de la globalización. En muchos países, entre ellos también Alemania, existe un discurso intensivo sobre el aprendizaje de adultos, ampliando los enfoques clásicos por nuevas competencias y también “aprendizajes informales”. En las sociedades posmodernas se observa una, “desaparición de los límites en lo pedagógico”, con el riesgo de pararse en la mitad del camino: Las competencias se describen como facultades subjetivas al mismo tiempo que quedan subordinados en la jerarquía conceptual. Sin embargo, la (nueva) investigación del cerebro comprueba lo que la didáctica siempre ha afirmado: Aprender es un proceso que debe partir de lo subjetivo. El enfoque sistémico-constructivista nos ofrece –en este contexto– una perspectiva amplia y profunda, el desarrollo sistémico totalizador en la pedagogía de adultos.