Este trabajo presenta algunos de los resultados más significativos del proyecto Georgia; una inédita colaboración entre la Universidad de Monterrey, sus familias y entornos escolares ubicados en los Estados Unidos de Norteamérica. Tanto las interrogantes, los objetivos logrados así como los errores de esta experiencia internacional, permitieron imaginar nuevas formas de prácticas pedagógicas, junto con nuevos perfiles docentes y desafíos escolares. El estudio detalla cinco áreas de aprendizaje como resultado de la cooperación binacional y concluye alertando sobre el impacto que la migración internacional seguirá teniendo sobre el ámbito escolar. En este sentido, el autor sugiere que la cooperación internacional puede preparar de mejor manera a los participantes.